En todas nuestras ciudades y pueblos, a pie de calle, farmacéuticos comunitarios ayudan cada día a millones de personas a cuidar de su salud. Los conocemos. Son una primera referencia para resolver dudas y buscar consejo no sólo en el uso de los medicamentos que tomamos, sino en otros aspectos de la salud y el bienestar.
Aunque interactuamos con ellos de forma cotidiana, hay muchas cosas que hacen por nosotros que no conocemos. Y hay además muchos otros farmacéuticos en otras modalidades de ejercicio que no conocemos tanto o incluso desconocemos, pero que contribuyen en gran medida a la salud de todos.